La Verdad Sin Filtros

La Verdad Sin Filtros

Bienvenido a “La Verdad Sin Filtros”, un espacio creado para hablar con honestidad, claridad y firmeza sobre los temas más controvertidos dentro del mundo cristiano.

Aquí no suavizamos la verdad para agradar a todos.

Tampoco caemos en polémicas sin sentido. Lo que hacemos es escudriñar las Escrituras, dejar que hablen por sí solas y exponer lo que muchos no se atreven a decir, siempre con amor, pero también con valor.

¿Por qué esta sección?

Vivimos en tiempos donde abunda la información, pero escasea la verdad. Las redes sociales están llenas de predicadores, profetas, apóstoles y maestros, muchos bien intencionados, pero otros movidos por intereses personales. Lamentablemente, muchas doctrinas se han distorsionado, se ha comercializado la fe, y se ha puesto al hombre en el centro, dejando a Dios a un lado.

“La Verdad Sin Filtros” nace como una respuesta a esta necesidad urgente: volver a las raíces, a la Palabra, a la sana doctrina. Aquí desenmascaramos mentiras, aclaramos conceptos mal enseñados y advertimos sobre peligros espirituales, todo basado exclusivamente en la Biblia.


1. Doctrinas mal entendidas: aclarando la confusión

a) “No juzguéis para que no seáis juzgados” (Mateo 7:1)

Este versículo es uno de los más citados y también uno de los más malinterpretados. Muchos lo usan para evitar cualquier tipo de corrección o evaluación doctrinal. Pero ¿es eso lo que realmente dice Jesús?

Si seguimos leyendo el capítulo, notamos que Jesús no prohíbe el juicio, sino el juicio hipócrita. En el versículo 5 dice: “Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” Es decir, sí debemos ayudar a otros a corregirse, pero primero debemos examinarnos a nosotros mismos.

Además, en Juan 7:24 Jesús dice: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” Hay un juicio correcto, necesario, especialmente cuando se trata de doctrina y conducta dentro del cuerpo de Cristo.


b) “Dios es amor, Él no condena a nadie”

Este argumento suele usarse para negar la existencia del infierno o minimizar el llamado al arrepentimiento. Sí, es cierto: Dios es amor (1 Juan 4:8). Pero también es justo y santo (Salmo 7:11; Isaías 6:3).

El mismo Jesús habló más del infierno que del cielo. No por deseo de asustar, sino por amor, para advertir. En Mateo 10:28 dijo: “No temáis a los que matan el cuerpo… temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”

El amor de Dios se mostró en la cruz, donde Jesús llevó nuestro castigo. Pero rechazar ese sacrificio tiene consecuencias eternas. La verdad bíblica no se contradice: el amor de Dios ofrece salvación, pero su justicia exige arrepentimiento.


2. Engaños religiosos actuales: peligros que parecen piadosos

a) El evangelio de la prosperidad

Esta doctrina enseña que Dios quiere que todos sus hijos sean ricos, sanos y exitosos, y que si no lo son, es por falta de fe o pecado. Se apoya en versículos fuera de contexto como 3 Juan 1:2: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas…”

Pero este era un saludo personal, no una promesa universal. Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción…” (Juan 16:33) y Pablo enseñó que aprendió a vivir tanto en abundancia como en escasez (Filipenses 4:12).

Dios puede prosperarnos, claro que sí. Pero la verdadera riqueza es espiritual, no material. El evangelio no es un medio para hacernos ricos, sino para hacernos libres.


b) Falsos apóstoles, profetas y milagros

En 2 Corintios 11:13-15, Pablo advierte sobre “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.” Incluso dice que “Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Hoy vemos muchos movimientos donde lo emocional y lo espectacular reemplazan a la sana doctrina. Personas caen al suelo, gritan, “reciben palabra profética”, pero sus vidas no cambian, no hay fruto genuino de arrepentimiento.

Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7:16) No por sus dones, no por sus milagros, no por sus seguidores. El verdadero profeta se alinea con la Escritura, exalta a Cristo, y guía al pueblo a la santidad, no al entretenimiento.


3. Temas controvertidos que necesitan luz

a) ¿Puede un cristiano perder la salvación?

Este es uno de los debates más antiguos. Algunos dicen que una vez salvo, siempre salvo. Otros, que podemos apartarnos y perdernos. ¿Qué dice la Biblia?

Hebreos 6:4-6 habla de aquellos que “fueron iluminados… participaron del Espíritu Santo…” y luego cayeron. También en 2 Pedro 2:20-22 se describe a personas que “habiendo escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor…” vuelven a ellas, y su estado es peor que antes.

La seguridad de salvación es real para quien permanece en Cristo. Pero también es cierto que la Biblia nos llama a perseverar, a velar, a no descuidar una salvación tan grande (Hebreos 2:3).


b) ¿Qué pasa con la “doctrina del juicio final”?

Muchos la ignoran o la transforman en una idea simbólica. Pero la Biblia es clara: habrá un día de juicio (Hebreos 9:27). Todos compareceremos ante Cristo.

Apocalipsis 20:11-15 describe el juicio ante el gran trono blanco, donde los que no están inscritos en el libro de la vida serán lanzados al lago de fuego.

Hablar del juicio no es ser alarmista, es ser bíblico. Si amamos la verdad, debemos advertir. El juicio revela la justicia de Dios, pero también destaca la belleza de su gracia en Cristo, quien nos libra de la ira venidera.


4. ¿Cómo enfrentar estos engaños?

a) Volver a la Palabra

Nada reemplaza la lectura bíblica diaria. No dependas solo de predicadores. Lee la Biblia por ti mismo. Pide al Espíritu Santo que te guíe a toda verdad (Juan 16:13).

b) Probar los espíritus

1 Juan 4:1 dice: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios.” Si alguien enseña algo que contradice la Escritura, no importa cuán famoso sea, cuántos milagros haga o cuán ungido parezca, rechaza esa enseñanza.

c) Permanecer en una comunidad sana

El cuerpo de Cristo es vital. Busca una congregación que enseñe sana doctrina, que no tenga miedo de confrontar el pecado, pero que también te acompañe en tu crecimiento espiritual con gracia.


5. Conclusión: Una verdad que transforma

“La Verdad Sin Filtros” no busca alimentar debates estériles ni crear divisiones innecesarias. Nuestro anhelo es simple: volver al Evangelio puro, al Cristo verdadero, a la fe que salva y transforma.

La verdad a veces duele, pero también libera. Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)

Hoy más que nunca, necesitamos cristianos firmes, que no se dejen llevar por las modas espirituales ni por el emocionalismo disfrazado de fe. Necesitamos volver a la cruz, al arrepentimiento, a la obediencia, al temor de Dios.

Si este contenido te confronta, no huyas. Examina la Palabra. Ora. Busca. Porque cuando conoces a Jesús sin filtros, encuentras vida en abundancia.


¿Qué puedes hacer ahora?

  • Suscríbete a nuestra lista de correos para recibir más enseñanzas bíblicas sin filtros.

  • Comparte este artículo con alguien que necesite oír la verdad.

  • Escríbenos si tienes una duda doctrinal o quieres sugerir un tema para esta sección.

Leave a Comment